Un primer Informe nada alfombrado

En condiciones muy desventajosas llega el presidente Enrique Peña Nieto a ofrecer el Informe de su primer año de gobierno. La economía familiar, el combate a la pobreza y al hambre, la lucha por la transparencia, los procesos electorales, la seguridad, dejan mucho qué desear. Ya desde ahora se ve que no es lo mismo hacer publicidad y spots de TV que gobernar un país y dar resultados. No tiene un escenario alentador Peña para este 1º de septiembre.

Uno de los eventos políticos más firmes que pudiera tener lugar en México de parte de fuerzas opositoras, con antelación al primer Informe de Peña Nieto, ha sido, sin duda -por su contundencia de mensajes y por mostrar unidad-, la Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, que se llevó a cabo este fin de semana en Puebla.

La plenaria de los diputados federales del PAN fue una vitrina donde este partido exhibió unión, músculo, cohesión interna en torno al presidente Gustavo Madero y al mismo tiempo, una postura crítica de oposición al gobierno del PRI con un Enrique Peña Nieto a la cabeza, cumpliendo un año sin realmente haber hecho nada que valga la pena recordar.

Las líneas discursivas ahí expuestas ante 114 diputados que conforman la bancada del blanquiazul en San Lázaro, por Madero, por el coordinador Luis Alberto Villarreal, y por su homólogo en el senado, Jorge Luis Preciado, no dejan lugar a dudas. Hay una misma línea política y va bien articulada. Por ejemplo, ante los desvaríos de la CNTE, que bloqueó puntos importantes de la Ciudad de México ante algunos aspectos de la Reforma Educativa que consideran opuestos a sus intereses.

La CNTE no parece tener voluntad alguna de negociar nada, ya que no ve por el bien común, por el verdadero desarrollo de los niños, e incluso por el verdadero avance profesional de los educadores. Por eso es positivo que el PAN no se siente a ningún falso diálogo con estos detractores de la educación real en México.

Del otro lado, Peña Nieto se dejó vencer por estos grupos violentos, se dejó presionar y no defendió la reforma educativa que ha sido pensada para mejorar la calidad educativa, tanto como para profesionalizar el servicio docente a través de cambios importantes. Cambios a los que por supuesto se oponen quienes se pretenden los caciques del sindicalismo educativo que sólo ven por sus fichas en el poder y cómo moverlas en el tablero político mexicano.

Pero más allá del tema educativo y la pobre reacción del gobierno federal ante estos desplantes del pasado corrupto del sindicalismo mexicano, el informe de Peña Nieto no viene nada alfombrado.

Por ningún lado que se le vea la tiene fácil el presidente mexiquense. En el tema del combate a la pobreza, y su “gran” programa insignia como lo fue la criticada Cruzada contra el Hambre, no hay resultados en ningún lado.

Antes bien, algunas cifras revelan que el número de pobres no ha mejorado en lo más mínimo en este primer año de gobierno. La población en situación de pobreza aumentó de 52.8, a 53.3 millones de mexicanos, según datos de Coneval.

¿Crecimiento económico? Tampoco. El propio titular de Hacienda ha reconocido que son mediocres los logros alcanzados, si es que los hubiera, en este importante rubro. No hay nada qué presumir. El crecimiento económico, dijo Luis Videgaray, será de sólo 1.8 por ciento en 2013.

La generación de empleos según algunos expertos tampoco ha funcionado como algunos esperaban. Datos arrojados en julio por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), refieren que la desocupación laboral alcanzó un 4.99 por ciento de la población económicamente activa (PEA) de México, en junio pasado. Eso implica un aumento de un 3.7 por ciento, en relación al mismo mes pero de 2012, cuando estuvo en un 4.81 por ciento.

Pero la joya de la corona de las cosas mal atendidas en este gobierno sin duda es la inseguridad, que cada vez está peor. Las cifras de homicidios dolosos son bastante parecidas a las de antes e incluso los secuestros habrían ido en aumento. En los últimos cuatro meses de 2012 y los primeros cuatro de este año, los secuestros aumentaron en un 463.64% en Hidalgo. En Veracruz aumentaron un 208.33%. En Quintana Roo un 100%. Todo, de acuerdo a cifras reveladas por el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) hace unas semanas.

No hay tampoco avance alguno en la tan cantada, presumida y anunciada Gendarmería. Bueno, no habrá Gendarmería nunca, dicen fuentes militares.

Y eso no es todo. La multiplicación de las autodefensas es el caldo de cultivo para la auténtica destrucción del Estado mexicano. Cada día hay más. Ahora algunos conteos hablan de más de 50 autodefensas extendidas en casi todo el país.

No hay estrategia de seguridad. La idea del gobierno consiste en intentar que nadie hable de narco-guerras y de cárteles. Pero eso es todo. No han hecho nada.

Ante este panorama, la secretaría de Gobernación debe estar muy en alerta. Tiene problemas en todos lados. Tiene todos los focos en rojo. Las carreteras han sido tomadas varias veces, ahora también el aeropuerto, algunos maestros son un desastre y generan un caos, y las actividades del narco no han cesado en lo más mínimo.

Y varios personajes de muy dudosa fama, antes bien, han resultado beneficiados últimamente. Florence Cassez fue una. Ahora es una heroína en Francia. La exoneración por enriquecimiento ilícito a Raúl Salinas de Gortari causó indignación en todo el país. Rafael Caro Quintero libre fue el colmo. ¿Qué tipo de mensajes está enviando el gobierno de Peña? Ahí anda paseándose también Carlos Romero Deschamps. ¿Y Andrés Granier está siendo protegido por “alguien”?

El “Informe” no sé qué es lo que va a informar, pero no veo de dónde saquen datos positivos. El sentir de la ciudadanía es adverso. Todos lo sabemos.

Por: Raúl Tortolero / elarsenal.net