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Opinión

¿Y si la inteligencia estuviera de moda en México?

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Se dice que los nerds están de moda, y no creo que se pueda negar. De las principales empresas líderes en tecnología y más afamadas como Google, Apple, Microsoft, Facebook, entre muchas otras, fueron fundadas y siguen siendo lideradas por personas que de manera coloquial -y no muy agradable- son identificadas como nerds. Después de una extensa lista de series y películas, especialmente de origen norteamericano, en que la porrista y el deportista, de físico atractivo, pero con poca capacidad intelectual han sido alabados y puestos en la posición envidiada por todos ¿cuando se hubiera pensado que una serie de televisión exitosa tuviera como protagonistas a un grupo de nerds como lo hace The Big Bang Theory? No hay duda que estas personas han logrado demostrar su importancia y colocarse en posiciones trascendentes de la sociedad.

 

Sin embargo más allá de lo que vemos como tendencia en ciertos ambientes como el científico, tecnológico y empresarial, o tal vez en ciertas generaciones que nos ha tocado crecer con todos estos cambios tecnológicos, ¿qué tanto ha permeado este aprecio y respeto por estas personas al general de la sociedad, especialmente aquí en México? Me lo pregunto porque una vez más me topo con lo que desde hace tiempo viene diciendo Andrew Almazán Anaya del Centro de Atención al Talento (Cedat): “De cada 100 niños con sobrecapacidad, sólo el 4% logrará conservar sus capacidades al llegar a la adultez; el resto se pierde en la infancia y la adolescencia porque reciben muchos estímulos adversos”.

Este psicólogo mexicano de 18 años, que entiendo que ha vivido por sí mismo lo que es ser un chicosuperdotado y las barreras que tienen que enfrentar, sostiene desde hace un tiempo -basado en los estudios que ha hecho- que el 96% de los niños mexicanos con Coeficiente Intelectual superior a 130 puntos, pierde sus capacidades al llegar a la edad adulta debido a los obstáculos sociales que enfrenta: diagnósticos equivocados, bullying, aislamiento y depresión que frenan su apetito por aprender, replica ahora CNN.

Los conocidos apodos de “el cuatro ojos”, “el matado” y hasta “el nerd” forman parte de las burlas que se le hacen a niños estudiosos, dedicados y muy posiblemente superdotados que los hacen sentir que lo que hacen -que es simplemente tener el gusto por aprender- esté mal. Y si ese es el mensaje que reciben tanto de compañeros, maestros, familia, y el resto de personas que integran su entorno, no es de extrañar que con el paso del tiempo estos niños pierdan sus capacidades o al menos no las exploten porque esto representa una forma de supervivencia social.

¿Qué estamos haciendo mal? A ciencia cierta no lo sé, porque cualquier papá se siente orgulloso de mostrar que su hijo es inteligente; pero en la práctica, inconscientemente, pareciera que los adultos estamos enviando ciertos mensajes a los niños de que eso no está bien, no es la mejor forma de ser, o al menos no lo estimulamos. Y en consecuencia, además de que los niños no están siendo alentados a ello, ellos también desalientan y se burlan de aquél que sí se muestra interesado por aprender.

Por eso es que digo ¿y si la inteligencia estuviera de moda en México? ¿Si lográramos que la persona que muestre su inteligencia y su gusto por aprender fuera admirada, impulsada y fuera un ejemplo a seguir por el resto? Seguramente otro gallo nos cantaría, porque de que hay personas con muchas capacidades intelectuales en México no me queda la menor duda, pero el elegir no explotarlo, ese es el gran problema en que caemos frecuentemente -tanto superdotados como no superdotados-.

De la misma manera en que una forma de vestir, un comportamiento, una forma de hablar se ponen de moda, ¿por qué no poner de moda la inteligencia? claro, muchos de esos comportamientos sociales que quisiéramos evitar como las que se dan en el bullying no es cuestión de poner modas, sino de mantener el respeto a las diferencias, pero tal vez esta puede ser una forma más rápida de contrarrestar todos esos fenómenos negativos que están dañando a generaciones con mucho potencial.

En otra ocasión en que escuché una entrevista con Andrew Almazán recuerdo que él dijo -y espero no citarlo mal- que él considera que para que un niño sea superdotado requiere un 20% de capacidad física (o neuronal) y un 80% de motivación, algo que me parece muy cierto. ¿Se imaginan entonces si en lugar de menospreciar a los niños -superdotados y aquellos con un CI promedio- lográramos motivarlos a aprender y explotar su inteligencia? tendríamos una supergeneración.

Por eso digo que ¿qué tal si ponemos de moda la inteligencia? Cómo hacerlo aún no sé, la verdad llevo apenas un rato pensando esto, así que se aceptan ideas. Pero de momento valdría la pena pensar en qué es lo que hemos estado haciendo para menospreciar a personas que la demuestran, especialmente entre los niños.

 

vivirmexico.com

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