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Opinión

Socialismo, cáncer de la historia

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Es una verdad registrada desde que los bolcheviques tomaron el Palacio de Invierno en 1918: el socialismo lleva consigo un halo nefasto de tierra arrasada, desde el “socialismo real” hasta el “socialismo bolivariano”, pasado por el “socialismo verde como las palmas”.

El ejemplo más reciente es la rimbombante República Socialista Bolivariana de Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo del planeta, séptimo productor de petróleo y que obtiene la friolera de 124 mil millones de dólares anuales por su venta en el mercado mundial.

Pero el socialismo hundió en apenas 14 años a un país tan inmensamente rico: hoy Venezuela le queda dinero para dos semanas de importaciones y ha tenido que imponer una libreta de racionamiento.

Sólo con la libreta de racionamiento, un país tan inmensamente rico podrá evitar una hambruna similar a la de otro país socialista: Corea del Norte, donde el propio gobierno admite la muerte de un cuarto de millón de personas por inanición.

Así que el socialista gobierno venezolano tendrá que entregar a cada uno de sus gobernados una cantidad limitada de arroz, aceite, carne, lenteja, harina de maíz y trigo, pollo, frijoles negros, leche en polvo, azúcar, crema dental, jabón, lavaplatos, pañales y papel higiénico.

Algo similar a lo que ocurre en la también socialista República de Cuba, donde el Guerrillero Heroico, Ernesto Ché Guevara, implantó, como Ministro de Industrias, una liberta de abastecimientos desde el 12 de marzo de 1962.

Según la idea del Ché, los cubanos tienen que vivir al mes con:

–Dos kilos de arroz

–Medio kilo de chícharos

–Medio kilo de frijoles

–Un kilo de sal

–Dos kilos de azúcar

–Un cuarto kilo de aceite

–Cinco huevos

–Cinco onzas de café

–Un panecillo diario

–Un muslo de pollo cada dos o tres meses

–Una barra de jabón por persona cada tres meses

–Un tubo de dentífrico por familia cada tres meses.

Pero Cuba es una isla pobre que desde que instauró el socialismo en 1961 sobrevivió gracias al subsidio de la ex URSS, que le otorgó 65 mil millones de dólares en “préstamos y ayudas” hasta el derrumbamiento del socialismo 1990 soviético por el colapso de su economía.

Y que después ha seguido sobreviviendo: primero, de 1990 a 1999… como pudo y luego, desde la llegada del socialismo a Venezuela en 1999, gracias al aporte diario de 130 mil barriles de petróleo diarios, además de fondos por 34 mil millones de dólares, sólo en el último lustro.

Sin embargo, Venezuela se encuentra ahora en una situación crítica: el socialismo la alcanzó el socialismo real.

Y por donde pasa el socialismo, ni la hierba vuelve a crecer.

Por: Rubén Cortés / elarsenal.net

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