Silvano contra el modelo centralizador de AMLO

Los mensajes eran muchos, trascendían, se notaba la tensión en cada encuentro y finalmente en San Lázaro, durante el Parlamento Abierto para crear la Guardia Nacional. Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, explotó contra los morenistas “hay que dejar de hablar de los 30 millones de votos, porque a estas alturas quien sabe cuántos ya se arrepintieron. No se enreden en esta dinámica que genera el poder, porque es relativo”.

No quedó ahí: desde hace varias semanas, y con el espacio de reflexión que le ha dado la recuperación por una obligada cirugía, no ha dejado de mover los hilos. Silvano se prepara para ser una figura nacional de la oposición y de su partido, en defensa de la soberanía de los estados y contra las medidas impositivas, inconstitucionales y autoritarias del gobierno de la denominada Cuarta Transformación.

¿Pagar los costos? “Sí. Está dispuesto y preparado”. Es la defensa de la Patria, dicen sus cercanos. Está aliado, consensado, apoyado por su partido, pero también por personajes de otros colores que aún no dan la cara.

Las señales dejaron de ser sutiles el pasado 17 de marzo, en su discurso por el 81 aniversario de la expropiación petrolera, donde lanzó su cruzada en defensa de los derechos fundamentales de la Nación, donde dirigió la carga directamente: “Jamás aceptaremos que México se convierta en el país de un solo hombre y una sola visión”. Así proclamó su movimiento con la bandera del sufragio efectivo, no reelección.

Invitados entre la multitud de perredistas convocados de 30 estados del país, también aplaudían ocho de los protagonistas de PRD en sus diferentes épocas y prestigios: Miguel Ángel Mancera, ex jefe de gobierno de la CDMX y líder de la bancada en el Senado; Héctor Bautista, líder nacional de ADN; Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, Guadalupe Acosta Naranjo y Jesús Ortega. La alianza hacia la reconfonfiguración de lo que queda del perredismo para crear contrapesos y desterrar cualquier tentación hegemónica de Andrés Manuel López Obrador. Una bandera, aseguran, que despertará en todo el país.

Dos michoacanos más, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD, y junto con su hijo Lázaro Cárdenas Batel, cercano colaborador de López Obrador, tomaron distancia organizando el mismo evento pero en la Ciudad de México. No son ajenos, pero no son parte.

Unos días antes del discurso, hubo cónclave en las oficinas del gobernador michoacano para medir los efectos, costos y consecuencias. Unos a favor de la “revuelta” y otros por mantener el tono de paz con el actual gobierno, pero la estrategia de Silvano pasa por mantener un liderazgo después de terminar su administración estatal en 2021, que lo mantenga en las cámaras, diputados, senadores y de los medios de comunicación.

Los tiempos resultan perfectos para las elecciones intermedias donde AMLO también aparecerá en las boletas de votación, conforme a la aprobación de la iniciativa de ratificación de mandato, pero las motivaciones son la inconformidad creciente contra López Obrador que “descentraliza los problemas a los estados, pero centraliza el presupuesto de los estados”.

El movimiento aureolista tendrá que rebasar a la Conferencia Nacional de Gobernadores, Conago, que en manos del mandatario estatal de Campeche, el priísta Alejandro Moreno, ha debilitado en su capacidad de influencia y negociación por la cercanía del campechano con López Obrador, al punto de que en los corrillos políticos ha dejado de ser el conocido “Alito” y bautizado como “AMlito”.

A la renovación de la Conago podría tenerse ya un movimiento en expansión que le daría fortaleza de representación y negociación, apuestan los aliados.

A este frente se le formulan actualmente sus estrategias, entre ellas, se ha dicho, una posible caminata desde Morelia a la Ciudad de México, pero un elemento será fundamental para que detone y sobreviva políticamente: dar buenas cuentas primero a los michoacanos. ¡Ahí, nomás!, diría Clavillazo.COMPARTIR.

por : Ethel Riquelme.

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