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Opinión

#NUEVOPRI=+IVA

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“Vota por el PRI, aplicaremos IVA en medicinas y alimentos”, podría haber sido perfectamente el slogan de la campaña presidencial de ese partido. ¿Por qué no incluyeron esta propuesta de campaña en los meses previos a julio de 2012? Muy guardado se lo tenían.

 

Durante este fin de semana que concluye, el PRI –que hoy lunes cumple 84 años de vida- realizó un evento interno con sus dirigentes y militantes, en el que se impusieron los cambios que harán a su instituto político.

El partido en el que militan joyas de la democracia como Humberto Moreira, Andrés Granier, Ulises Ruiz, Arturo Montiel, Fidel Herrera, o Mario Marín, celebró su Asamblea 21. Con un pasado cargado de negatividad, de corrupción y autoritarismo, una mínima exigencia del PRI ante el espejo hubiera sido intentar conectarse con el sentir de la población, tomar consciencia de que su partido debería ser un verdadero instrumento político para solucionar las demandas de los mexicanos. Pero no. Para nada fue así. Al revés, fue un fin de semana de horror.

Rumbo al autoritarismo, a todo galope

Sorprende ver que el PRI dirigido por César Camacho Quiroz esté encabezando una suerte de contrarreforma en su partido, operando un retorno a un pasado antidemocrático, y autoritario, y sobre todo, opuesto totalmente a las más evidentes necesidades de la población.

¿Por qué decimos esto? Porque algunos de los cambios que se manifestaron como prioridad en esta Asamblea priísta fueron retirar todo impedimento para que este partido pueda impulsar libremente, ahora con base legal, la imposición de IVA en medicinas y alimentos; también, acabar totalmente con la separación entre el presidente de México y el partido, haciendo de éste aún más una simple extensión del poder de Los Pinos; y, por último, abrir totalmente Pemex a la inversión privada.

El primer punto, la aplicación del IVA a medicinas y alimentos, es un golpe directo a la economía familiar. Yo no recuerdo que en campaña el entonces candidato Enrique Peña Nieto hubiera captado seguidores y votos al anunciar este tipo de medidas tan antipopulares y lesivas. ¿Estaría tal medida comprendida entre sus compromisos de campaña, firmados ante notario o no?

Tal vez el sr. Camacho Quiroz pueda explicar al ciudadano de a pie los grandes beneficios que conllevará tan agresiva ocurrencia. Que, además, sucede de forma simultánea a la implementación de la Cruzada Nacional por el Hambre. Entonces, por un lado se agrede el poder adquisitivo familiar, encareciendo los productos más indispensables del hogar, alejando la posibilidad de que los mexicanos pongan en su mesa los ingredientes de la canasta básica de una forma más sencilla, y por el otro se dice combatir el hambre con estrategias integrales y transversales.

¿Qué está pasando? ¿Con quién tiene compromisos el PRI? ¿Con la gente, o con poderosos intereses ajenos a la voluntad popular? Nadie votó por Peña Nieto y por el PRI para que en cuanto se instalaran en el poder ambos, buscaran afectar a la gente con propuestas tan insensibles, tan alejadas de la vida cotidiana de los ciudadanos.

Este debate no es nuevo y ya en el pasado se ha intentado aplicar el IVA en los alimentos y fármacos, por fortuna, sin éxito. Pero difícilmente puede haber una medida más antipopular que ésta, algo que motive tan profundamente el encono de la gente, especialmente de la más humilde, de la que, precisamente por sus bajos ingresos, come mal y requiere más a menudo cuidados médicos.

Primero, transparencia en el gasto

Es lamentable que los priístas se vean obligados hasta a modificar las normas que los rigen para favorecer a intereses que en nada pueden ayudar a la población. Pero, además, si la justificación para impulsar el IVA en alimentos y medicinas es supuestamente que el gobierno federal pueda contar con mayores ingresos para poder destinarlos a programas sociales, redistribuyéndolos en los focos rojos de la pobreza nacional, primero tendrían que justificar cómo están gastando nuestro dinero.

Antes que pedir más dinero a la gente bajo el pretexto de dárselo a los más pobres, sería muy bueno que se implementara un mecanismo obligatorio para que conozcamos exactamente en qué se está gastando cada cheque expedido por el gobierno federal. Que se destine una página web (sin que se les caiga el sistema) en donde podamos revisar en tiempo real –no un año después, o más tarde, como acostumbran las auditorías- en qué se están gastando nuestros impuestos, en cada uno de los cheques.

Cada cheque debería aparecer ahí, “en vivo”, acompañado de una explicación de la causa de su expedición. A eso llamamos transparencia. Porque si no es así, nos enteramos de funcionarios que pasean por el mundo, gastando en superficialidades, todo a costa del erario, muchos meses después.

Por decirlo de otra manera: si quieren más dinero, primero debemos asegurarnos totalmente de que el dinero que ya reciben, se está gastando de forma correcta. La clave es la palabra transparencia. Si no hay transparencia en el gasto, si no hay mecanismos para que el ciudadano sepa que no le están robando su dinero para darse la gran vida, no hay por qué apoyar absolutamente ningún aumento, ningún impuesto más. Que fuera, en todo caso, una cosa a cambio de la otra.

¿PRI, apéndice de Los Pinos?

Por último, con los cambios hechos a los estatutos, el PRI tendrá al frente de la Comisión Política Permanente al presidente de la República, con lo cual se entrega en cuerpo y alma a la voluntad presidencial. ¿Siempre fue así? Tal vez, pero que esto ocurra en el siglo XXI es un mal augurio. La distancia entre poder y partido ya no es no sana ni insana, simplemente ha muerto.

Por tanto, no se puede dejar de lamentar que ahora el PRI sea de forma tan escandalosa un simple apéndice político al servicio del presidente. Ya no podremos hablar de un partido político, sino de un instituto débil, sin opiniones propias, que ya no es un foro para el debate de causas populares, sino sólo un acompañante del poderoso en turno. Malas señales. Ese es el Nuevo PRI.

Por: Raúl Tortolero / @raultortolero1 / elarsenal.net

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