Connect with us

Opinión

Hay de Pirujas a Pirujos (#SiemprePirujasNuncaInpirujas)

Published

on

Enviar Por:

Por : Malli Hernández

Pa todas las pirujas del mundo mundial y sus alrededores.

En Argentina, según San Google, piruja es la forma despectiva y coloquial de decirle a una mujer de clase media, que pretende aparentar refinamiento (aunque la mona se vista de seda…).

En Guatemala, el pirujo es el que defiende o sostiene una herejía (hereje). En Honduras, cualquier cosa de mala calidad, recibe ese título. En Perú, se refieren al mujeriego o a la mujer que anda con uno y con otro.

En México, era, hasta hace unos días, la forma también coloquial de referirse a una mujer que ejerce el oficio más antiguo del mundo; pero es más usado aún, para señalar despectiva y corrientemente a cualquier fémina, varón, lesbiana, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual, que ose poner el cuerno a su pareja o que le encante andar de brinco en brinco; los calenturientos pues.

Hoy, José Manuel Mireles Valverde, subdelegado médicos del ISSSTE en Michoacán, exvocero de las autodefensas, -ese mismo al que en el 2014 le tumbaron el avión en el que viajaba precisamente con unas chamacas a las que le triplicaba la edad-; le dio un nuevo giro a ese adjetivo, al referirse a las concubinas o parejas de los derechohabientes de dicha institución como “primera piruja, segunda piruja, tercera piruja, cuarta piruja y hasta la quinta piruja”.

En una reunión con personal y directivos de la institución a la que llegó escaso un mes como subdelegado, el Valverde se refirió por igual, despectiva y mamonamente, a los gays y las lesbianas: “ahora resulta que tendremos que atender también al novio del hijo y a la novia de la hija”.

Es evidente que Mireles no está de acuerdo con las políticas de atención médica establecidas en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE), dependencia que ahora le da de comer. Ese monito que juraba luchar por la justicia social a través de las autodefensas, dice, ahora, que es ¡IN-JUS-TO!, que, de los 498 mil derechohabientes que tiene el ISSSTE en Michoacán, sólo 90 mil aporten algo así como 429 pesos mensuales; más, menos, 38 millones 610 mil pesos al mes.

“…(Con la aportación que dan derechohabientes, de 429 pesos mensuales) hay que atender a la primera (esposa) y -yo así lo digo porque soy terracalenteño-, hay que atender a la primera piruja, a la segunda piruja, a la tercera, a la cuarta y hasta a la quinta”.

¿Quién chinflaos se siente o cree don Mireles pa numerarnos?, pos éste. Si uno es, ¿qué le importa?; si uno es, ¿yyyyyyyyy? -diría mi comadre la Lucero-. Eso como sea, no nos quita el hambre, pero que hasta nos numere con eso de la primera, la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta; eso sí, adoradas y adorados lectores, no tiene origen maternal.

Así que sí, mujeres unidas de Michoacán: Ni somos pirujas -y aunque lo fuéramos, qué chingaos le importa, verdá); ni podemos permitir que se trastoque la dignidad femenina y se permita la violencia institucional, de género, verbal, espiritual y sexual. Ninguna. Y luego incluso hasta se indignan y preguntan tontamente: “¿y por qué están enojadas las mujeres?; ¿por qué rompen, rayan, tiran y mientan madres?”.

Ante la transformación etimológica que el exconvicto* aplicó a la palabra “piruja” (*en 1991 fue sentenciado por sembrar, cultivar, cosechar, poseer y vender marihuana y estuvo preso en Uruapan y sí, así es hoy subdelegado médico del ISSSTE), y considerando el marco teórico-lingüístico de cada país latinoamericano donde tiene algún uso eso de la pirujez. Yo, en mis cinco sentidos he decidido reorientar el significado que le dio LordPirujino:

Como es muy evidente la ignorancia del estimadísimo (sarcasmo), me permito orientarle sobre el significado y aplicación de la palabra “piruja/pirujo”, con algunos ilustrativos ejemplos.

Pirujo (a):

• Cualquiera que sea nombrado subdelegado médico del ISSSTE, con órdenes de aprehensión giradas y cumplimentadas, al que le gustan las chamacas tres veces más jóvenes y que, además, no sabe cerrar la boca cuando debe.
• Cualquiera que se diga líder de una nación y le dé en la mauss al programa de vacunas, medicamentos para atender el cáncer y cualquier otro padecimiento crónico-degenerativo.

• Todo aquél que llegue a ocupar un cargo público en el Congreso local (principalmente) o en el federal, que cuando ya está ahí, bien a gusto, disfrutando de las mieles de los exorbitantes sueldos que ganan los inteligentísimos legisladores que tenemos los michoacanos (sarcasmo), se paran frente a la cámara y dicen, “estoy decepcionado de este partido y me voy al de enfrente”. (Ojalá y fueran congruentes y renunciaran con todo y todo).

• Todas. TODAS las legisladoras, funcionarias, militantes, seguidoras y demás mujeres del partido ese moreno, que se quedaron calladas escuchando el florido y misógino discurso de Valverde.

• Cualquier presidente municipal de Morelia, peleado con medio mundo, que ande repartiendo su herencia genética aumentado el nivel poblacional del mundo, al que se le olvide en sus obras meter las coladeras y por eso se inunda el ¡Centro Histórico! (hágame usté el refravrón caón!), y que, concluyendo apenas su primer año de gestión, ya se sienta gobernador.

• Los seudo dirigentes de los grupos de “lucha social”, que se hacen ricos vendiendo los terrenos federales, estatales o ejidatarios que invaden, y que luego les cobran bien harto caro, a pobres inocentes necesitados de un techo.

• Los taxistas y combieros que gozan del beneficio de una concesión del servicio público, que no se bañan, andan con el auto apestando a cigarro, les vale la gente que transportan, provocan accidentes, hablan por el celular, se sienten sugar daddys, se paran dónde les pega la gana, llevan a la gente parada, trabajan el tiempo que quieren y aparte, quieren que el gobierno les cambie las unidades, aumentar el costo de tarifas cada que se les pegue la gana y oponerse a cualquier cosa, programa o persona que su jefe les diga, nomás porque ya pactaron una lana.

• Cualquier secretario del ayuntamiento de Morelia que le da en la madre a la imagen de una chamaca, nomás por andar de ca… Al que además le encanta meter a trabajar a sus quereres, familiares políticos, directos e indirectos y todo a costa del municipio.

• Aquellos seudo-comunicadores que se topan con una Mitzi en desgracia y en lugar de solidarizarse y luchar por su dignidad, desacreditan e intentan matar su espíritu con palabras machistas, de descrédito y falta de tanates.

• Cualquier dirigente del partido guinda, con voz de pito, al que le encantan las greñas largas, las pestañas enchinadas y los pantalones de mezclilla (naco pues, en toda la extensión de la palabra), aún en los eventos más formales a los que es invitado.

• Los elementos de la Policía de Morelia que, abusando de su poder y “autoridad”, agreden, trastocan y abusan de dos ancianos, violentando sus derechos; asustándolos, esposándolos; gritándoles; haciéndolos llorar, denigrándolos, sólo porque se atreven a vender papas fritas en el Centro Histórico.

Pirujo (a), mi estimado LordPirujino, es también, por igual, todo aquél que se inventa que México es “¡feliz, feliz, feliz”, sólo porque él, con su piciosa cabecita de algodón, lo está gobernando.

Pd. Perdone usted, mi adoradísimo LordPirujino por esta retahíla, es ustéd un ser extraordinario, lo que pasa es que a veces se me salen así las palabras, como también yo soy terracalenteña…

Más leídas