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Opinión

¡¡ Cerrito De La Independencia !!

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Con este trato afectuoso los habitantes de la Ciudad de la Independencia designamos al cerrito que se levanta por el oriente de la población y que ha sido testigo mudo del devenir histórico de la ciudad Heroica por este motivo se le considera como monumento natural-histórico.

Este sitio seguramente atestiguo la vida de las grandes haciendas de la Colonia de la zona de Zitácuaro, testigo de cómo Benedicto López Tejeda derrotó al Coronel de la Torre, de cómo Rayón infringió dolorosa derrota al Capitán realista Miguel de Emparán. Vio el paso por sus tierras de los criminales realistas, encabezados por Félix Ma. Calleja, que venían a castigar a la Villa de Zitácuaro por haberse atrevido a luchar por la independencia política de la Nueva España.

El Cerrito de la Independencia sirvió de parapeto a los chinacos de Zitácuaro y a la región para defender la soberanía nacional de la invasión francesa, apoyado por algunos traidores mexicanos, así como en sus entrañas se suscitó un acontecimiento en la revolución mexicana en 1913.

Se arraigó tanto el cerrito y su significado histórico en las viejas generaciones que en 1941 el Profr. J. Jesús Teja Andrade, y la comunidad escolar de la Esc. Sec. “Nicolás Romero” y miembros de la sociedad solicitaban se declarara Monumento Nacional, mediante la expropiación, por parte del Ayuntamiento, de los terrenos que fueran propiedad privada.

El cerrito como se le conoce coloquialmente, también se le ha denominado cerro del Calvario y Cerro de Guadalupe, su original nombre Cabatepeque, aparece mencionando en un mapa de 1774.

El Cerrito de la Independencia fue reforestado en 1936 por la oficina Forestal de caza y pesca, correspondiente al distrito de Zitácuaro y con sede en esta ciudad, en esta actividad de gran beneficio para los lugareños y participaron destacados miembros de la sociedad zitacuarense.

La construcción del monumento a la Suprema Junta Nacional Americana, localizado en la cima del Cerrito se inició en la década de los treinta. Ahí se encontraban las estatuas de Don Ignacio López Rayón, José María Liceaga y José Sixto Berduzco, fundadores del primer gobierno que tuvo nuestro país, hoy en día únicamente se localiza la estatua del Gral. Ignacio López Rayón.

Samuel Ruiz Madrigal Cronista Vitalicio de Zitácuaro   /  Por la Anaccim.  /  El Baúl De Los Recuerdos 

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