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Opinión

#100días=másViolencia

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No hay ninguna sorpresa en que en estos primeros 100 días, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no pudiera ofrecer resultados que la ciudadanía perciba como positivos, en el difícil renglón de la disminución de la inseguridad en el país.

A decir verdad, hay graves atrasos en esta encomienda, ya que aún no se conoce una estrategia seria e integral para enfrentar los graves signos de desgobierno que se registran en muchas entidades.

Lo único que hemos visto, eso sí, es el afán de descafeinar el discurso oficial, extrayéndole palabras como: “crimen organizado”, “narcotráfico”, “guerra”, “cárteles”, como si con ese simple hecho -el de ignorar los datos duros- todo hubiera mejorado (¿será casual que el nombre de Joaquín Guzmán Loera fuera borrado de la lista de los hombres más ricos del mundo en la revista Forbes?).

Sin embargo, la realidad rema a contramano de estos simples cambios de pantalla. Un ejemplo contundente de las nuevas fallas en el debido análisis, tanto como en materia de inteligencia, como de persecución del delito y de procuración de justicia, es la imparable proliferación de Autodefensas, incluso ligadas al narcotráfico.

Lo primero que hizo el gobierno de Peña Nieto ante las autodefensas fue sentarse a dialogar con ellas, como si fuera buena idea negociar con grupos armados fuera de la ley, que se levantan alegando estar hartos –precisamente- de gente armada, que actúa fuera de la ley también.

Desde ese primer momento, podía advertirse la ligereza de las evaluaciones prospectivas de seguridad, cuyos resultados inmediatos y desastrosos se expresan en el surgimiento impune de decenas de más autodefensas en más de 10 estados de la Nación.

Pero claro, eso no es todo.

Las afrentas a la libertad de expresión, y contra la vida de periodistas o instalaciones de medios de comunicación, en estos primeros 100 días, hacen ver que en nada estamos mejorando.

El asesinato del periodista Jaime Guadalupe Domínguez -quien dirigía el sitio web www.ojinaganoticias.com.mx, ahora suspendido-, en Ojinaga, Chihuahua, el pasado domingo 3 de marzo, es muy grave y daña a la sociedad en su conjunto. Con este homicidio el sexenio se estrenó en este tipo de penosos agravios. ¿Y los responsables?

Hubo también amenazas directas, e incluso el ofrecimiento de parte del crimen organizado del pago de una recompensa a quien aportara datos de los directivos de “Valor por Tamaulipas”, un valiente espacio ciudadano de autoprotección, que respira un poco de oxígeno en las redes sociales. ¿Están detenidos aquellos que intentan establecer una suerte de “gobierno paralelo” y que desean a la gente callada e hincada antes sus fechorías?

Se registraron ataques a instalaciones de El Diario de Ciudad Juárez y Canal 44, en esa ciudad fronteriza, el pasado miércoles 8 de marzo, y en varias ocasiones, hubo agresiones a El Siglo de Torreón y, antes, a El Norte de Monterrey. ¿Hay procesados?

La joven de 23 años de edad, Marisela Delgado Márquez, dirigente de Acción Juvenil en
Morelia, Michoacán, y que laboraba como asesora del PAN en el Congreso estatal, fue secuestrada y asesinada de forma brutal a fines de febrero, pese a que sus padres habrían pagado el rescate a sus captores. El gobernador priísta de esa entidad, Fausto Vallejo, en tanto, se tomaba unos días para hospitalizarse en el DF, abandonando el gobierno a su cargo.

El Consejero electoral Ramiro Garay Medina, fue secuestrado de las instalaciones del Consejo Electoral Distrital Número 2, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a donde un comando armado ingresó subrepticiamente, llevándoselo.

También, este sábado 9 de marzo, fue asesinado el secretario de turismo de Jalisco, José de Jesús Gallegos, en Guadalajara. Y sólo en enero, fueron reportados cerca de 40 asesinatos en el Estado de México, que sufre una inusitada escalada de violencia.

Datos aportados por las procuradurías de las 32 entidades federativas al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), reflejan un repunte en la incidencia delictiva del fuero común en materia de privación ilegal de la libertad, registrándose 206 casos entre diciembre de 2012 y enero de 2013.

En resumen, ni por mucho, estamos viviendo en un México más tranquilo, más aceptable para el desarrollo familiar. Al contrario, nuevos problemas se suman a los que ya existían. ¿Y entonces?

Por: Raúl Tortolero / @raultortolero1 / elarsenal.net

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