Connect with us

México

Evocando el Pasado

Published

on

Enviar Por:

Finalmente el  Presidente Enrique Peña hizo pública la iniciativa en el tema energético, enviándola al Congreso para su deliberación, concluyendo con este acto las múltiples especulaciones que, sobre el particular rondaban por el país.

En un evento celebrado con bombo y platillo teniendo como marco el Palacio Nacional, dio a conocer la propuesta. La evocación al régimen Cardenista fue abundante, en realidad la propia exposición de motivos que sustenta el documento, señala que la propuesta tiene su fundamento precisamente en los mismos conceptos y diseño, que inspiraron hace setenta y cinco años la política petrolera del Tata Lázaro.

En efecto, a fines de los años treinta en el siglo pasado, después de la expropiación petrolera, bajo el mandato del General Lázaro Cárdenas del Río, se tuvieron que tomar medidas para garantizar el abasto nacional y por lo tanto su producción, recurriendo a los contratos con particulares, sorteando las reacciones desmesuradas de varios gobiernos, con amagos, bloqueos y presiones, sobre todo cuando resultaba inminente el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la necesidad de construir bajo el nuevo esquema una organización funcional para la industria petrolera mexicana.

Es evidente que eran otros tiempos y diferentes circunstancias, el esfuerzo llevado a cabo en aquellos momentos, requería de valor y creatividad para salir adelante en época critica, las decisiones tomadas fueron determinantes dados los acontecimientos y cambiaron el rumbo del país.

Ahora las cosas son distintas, en realidad esperábamos una iniciativa de vanguardia, de avanzada, que permitiera poner a Pemex en la modernidad, mediante un diseño constitucional donde se establecieran los criterios a seguir en política energética, sin embargo, no ha sido así.

El único elemento innovador, consiste en permitir la celebración de contratos de riesgo en exploración y extracción de hidrocarburos, que los llevara a cabo el Ejecutivo Federal ya sea con particulares o con empresas del Estado, remitiendo a la legislación secundaria su regulación.

En principio, deja abiertas las puertas sin candado alguno para realizar ese tipo de actos, circunstancia poco conveniente. Por otra parte, la narrativa que sustenta la iniciativa señala que los rendimientos del petróleo serán utilizadas para la construcción y mejora de la infraestructura nacional, lo cual es muy loable, pero, y aquí nuevamente pongo énfasis en el “pero”, pues en la reforma propuesta no existe referencia alguna en el articulado vinculado a este punto, ni siquiera en el único transitorio, en consecuencia, queda simplemente como discurso.

Así podemos seguir comentando la iniciativa, que se queda corta, sin un diseño institucional, sin elementos encaminados a la modernización de Pemex, sin órganos reguladores, ni controles para maximizar la renta petrolera a favor de los mexicanos.

Presiento que la iniciativa ha sido presentada en términos muy tibios, con la finalidad de inclinarse a un modelo que pueda ser aceptado por la izquierda progresista, buscando en el debate congresional un recorrido más liberal, ya que de otra manera sería un esfuerzo de poca utilidad para alcanzar los objetivos planteados, bajo el riesgo de evocar el pasado y quedarnos anclados en el presente.

Por:Alejandro Zapata Perogordo / elarsenal.net

Más leídas